Palabras de MARÍA TERESA HERRÁN en el Acto de Presentación del Libro. http://mariatherran46.blogspot.com/2015/04/television-y-estado-en-colombia-1954.html
Palabras de Presentación de FABIO LÓPEZ DE LA ROCHE.
ANTONIO NARIÑO, LOS
LIBERALES RADICALES, LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN, LA UNIVERSIDAD EXTERNADO DE
COLOMBIA Y EL LIBRO TELEVISIÓN Y ESTADO EN COLOMBIA
Palabras
del Profesor Juan Carlos Garzón Barreto,
Premio
Nacional de Educación 1998,
En
el Acto académico de presentación del libro:
“TELEVISIÓN
Y ESTADO EN COLOMBIA 1954 – 2014”
28ª
Feria Internacional del Libro
Corferias.
Salón León de Greiff
Abril
27 de 2015
En una página del pensamiento emancipatorio de este
continente. Página hermosa denominada “Nuestra América”, escribió el Poeta
José Martí que: “Los pueblos han de tener una picota para quien los azuza a odios
inútiles; y otra para quien no les dice a tiempo la verdad”.
Al haberse cumplido 60
años de la inauguración de la televisión en Colombia, quiero cumplir con el
deber ciudadano, profesional y académico de decir a tiempo mi verdad.
El
libro: “TELEVISIÓN Y ESTADO EN COLOMBIA
1954 – 2014. Cuatro Momento de Intervención del Estado”, cuya elaboración
me tomó 10 años, hoy conoce la luz, gracias a la generosidad de los Abuelos
Radicales, quienes en las propias Galerías de la Plaza de Bolívar, fundaron la
Universidad Externado de Colombia, entre otros, con el propósito de hacerle
frente a la oscuridad reinante en los días aciagos en que el absolutismo y La
Regeneración quisieron imponer su visión unilateral del mundo. “Después de
las tinieblas espero la Luz”.
De tal suerte que este
libro TELEVISIÓN Y ESTADO EN COLOMBIA, no es otra cosa que un acto de coherencia
histórica con el compromiso profundo y sincero que otrora adquirieron los
liberales radicales por la defensa de la libertad de expresión, y de los
preciosos principios de libertad, igualdad y fraternidad.
En mi caso personal, esta
historia tiene detrás otra historia. Hace casi tres lustros, mientras
participaba en las tareas oficiales para elaborar el Primer Plan de
Desarrollo de la Televisión en Colombia, resentí personalmente la
ausencia de un trabajo panorámico de investigación que diera cuenta del proceso
de intervención del Estado en la política de televisión en el país. Allí nació
esta idea.
Rápidamente, al despuntar
el año 2002, emprendí la elaboración de un trabajo de investigación con ocasión
de la coyuntura de los 50 años de la televisión en Colombia, el cual no
interrumpí desde entonces, incluso en las tres ocasiones en que, a lo largo de
una misma década, me declararon laboralmente insubsistente en la difunta Comisión
Nacional de Televisión, CNTV.
Por fortuna para mí,
desde aquellos tiempos azarosos, la Universidad Externado de Colombia, me abrió
sus puertas en calidad de estudiante y luego como docente – investigador;
convirtiéndose esta Casa de Estudios, en un albergue intelectual propicio para
mis preocupaciones académicas.
De otra parte, en
aquellos tiempos y ahora, caminando al lado de los pueblos indígenas, aprendí
sobre las bondades de la humildad, la paciencia y la confianza como caminos de
la sabiduría, situación que me permitió trabajar sistemáticamente y sin apuros en
el desarrollo de la investigación, durante una década más, hasta el día en que
conocí El Paraíso, en las tierras de Clan Apshana, sangre del pueblo Wayuu.
De allí que el libro que
hoy se presenta, soportado en abundantes fuentes primarias y secundarias,
examina el proceso de construcción de las relaciones entre Televisión y Estado
en Colombia, y las diversas intentonas de democratización del servicio en el
país.
En
materia de política de televisión, Colombia no puede seguir siendo un país en
el cual cada vez que las condiciones tecnológicas, las prioridades o las
demandas de sectores del mercado, las coyunturas políticas y/o sociales,
empujan una nueva reforma del marco institucional y legal del sector; pareciera
ser que los análisis, los debates y los procesos de construcción de
institucionalidad pública, se abordan con el complejo de Adán como si
asistiéramos al nacimiento del mundo, en ausencia de memoria institucional y de
balances históricos y administrativos de mediana y de larga duración.
En ese
contexto de falta de memoria institucional sobre nuestra política de regulación
de medios, es donde rondan y pelechan aquellos que al margen del sano espíritu
democrático o que al amparo de las indefinidas puertas giratorias entre lo
privado y lo público, hacen apropiación o captura de específicas agencias del
Estado para sus fines particulares, en contravía de los intereses generales o
del proyecto democrático y productivo de la nación colombiana.
En tal sentido, el
trabajo que hoy presentamos , buscó develar los argumentos, las tensiones, las
expectativas, las ansiedades, los mandatos oficiales, las tareas pendientes, y
los ocasionales consensos suscitados entre los diversos agentes sociales,
públicos y privados, con interés e intereses en la televisión nacional.
Se propusieron cuatro
momentos históricos concretos de intervención del Estado en el servicio, a
saber: Decretar, Legislar, Constitucionalizar y Regubernamentalizar Televisión.
Finalmente, la
investigación planteó que las seis décadas de control oficial y particular de
la televisión colombiana, pueden ser auscultadas apelando a cinco claves para
la interpretación de un modelo institucional insepulto.
Ya los lectores sabrán
decir si he logrado mi propósito y/o si tales presunciones de verdad resultan
convincentes. Por ahora, quisiera
detenerme en el sentido histórico e institucional del trabajo académico que
aquí nos reúne.
Dicho de otro modo: ¿Qué
significa este libro en el marco de los orígenes, proyecto educativo, y
compromiso histórico que por la defensa de la libertad de expresión tuvieron los
fundadores del Externado?
Hoy
nos convoca la Facultad de Comunicación Social – Periodismo, unidad académica
que continua fiel a los más vernáculos orígenes de Universidad Externado de
Colombia, y a la vena periodística, comunicativa y pedagógica de su Fundador,
el Doctor Nicolás Pinzón Warlosten, quien fue redactor en el periódico La
República en 1887, en el periódico El Liberal en 1879, y en el Semanario La
Reivindicación del Socorro - Santander, entre 1881 - 1882.
El
próximo 15 de febrero de 2016 se cumplirán 130 años de la fundación de la
Universidad Externado de Colombia, y trece décadas de la expedición de la hoy por
fortuna difunta Constitución Política de 1886. Dale Señor el descanso eterno.
En
febrero de 2016 se cumplirán 40 años del día en que bajo la orientación del
Maestro José de Recasens, se llevó a cabo la creación de nuestra Facultad de
Comunicación Social – Periodismo. Brille
para ella la luz perpetua.
El
Maestro Gonzalo Cataño describe a Nicolás Pinzón como un periodista
responsable, al contarnos que en el año 1879, ante la toma de toldas
partidistas, a favor del General Tomás Rengifo, por parte de sus compañeros del
periódico El Liberal; el fundador del Externado expresa enfáticamente: “antes
que radical soy liberal, y antes que liberal soy colombiano” [1]. De estos maestros
aprendimos que una cosa son los órganos y las estructuras partidistas, y otra
muy distinta es el sentimiento liberal.
Esta
tradición académica y periodística fue igualmente cultivada, entre otros, por
los Profesores Externadistas: Santiago Pérez, Salvador Camacho Roldán, Aníbal
Galindo, Ricardo Hinestrosa Daza cofundador de la Revista Contemporánea, y
Diego Mendoza de quien antecede escribía para el periódico El Relator en el año
1891.
Así,
en los días oscuros en que los agentes de La Regeneración proclamaban que “la
imprenta es incompatible con la obra necesariamente larga que tenemos entre
manos”, el Profesor Externadista Santiago Pérez, Presidente de Colombia
entre 1874 y 1876, quien murió modestamente en Europa, al ser desterrado
del país
“a
causa de sus enérgicos pronunciamientos en defensa de las libertades
conculcadas”, entre ellas, la libertad de prensa, escribió:
“El
poder ejecutivo no querrá prolongar el pugilato en que ha estado empeñado cada
día con cada escritor (…) Comprenderán que la persecución oficial a un
periódico, es el mejor medio de anunciarlo (…) Comprenderán que los editoriales
denunciados son los que nadie se queda sin leer (…) No hay mordaza ni tan
grande ni tan fuerte que pueda a un mismo tiempo hacer callar a todos los
colombianos”. [2]
Abuelos
radicales del siglo XIX, todos aquellos, cultores de la vocación docente del
liberalismo, a quienes expreso mi gratitud por haber fundado una Universidad
que hoy me permite estar delante de ustedes, ejerciendo el derecho a decir mi
palabra.
Ello
se debe a que este espíritu de libertad y de tolerancia, emana de las batallas
que por la democracia emprendió el liberalismo radical en los mediados del
siglo XIX colombiano.
Ciertamente,
en mayo de 1863, los redactores
de la Constitución de Rionegro, tal vez
queriendo emular la Declaración de los
Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789, recordaron que los
Revolucionarios Franceses escribieron, el que es mi sentir personal, uno de los
textos legales más hermosos de la historia de la humanidad: “la
libre comunicación del pensamiento y de las opiniones es uno de los derechos
preciosos del hombre”.
En efecto, los Liberales
Radicales, en la Constitución de 1863 consagraron para los colombianos y las
colombianas: “La libertad absoluta de imprenta y de circulación de los
impresos, así nacionales como extranjeros” y la “La libertad de
expresar sus pensamientos de palabra o por escrito, sin limitación alguna”.
La Constitución
Regeneradora de 1886 nos usurpó esas libertades durante un siglo, hasta la
expedición de la hoy Constitución Política de 1991, la cual por fortuna volvió
a consagrar: “NO
HABRÁ CENSURA” en Colombia.
Esa fue una de las
batallas por las cuales Don Antonio Nariño ofrendó su vida a la patria,
entregando dos décadas de su libertad, sus bienes y su tranquilidad personal,
por la causa suprema de los derechos del hombre y del ciudadano.
Nicolás Pinzón Warlosten,
a propósito del soneto a Don ANTONIO NARIÑO, escribió un texto que hoy conserva
toda su vigencia histórica:
“¡Oh grande entre los
grandes el primero!
Descanza (sic) en
paz: tu patria te ha olvidado.
No hay nada para ti;
todo está dado…
¡Oh tribuno, ¡oh
filósofo! ¡oh guerrero!
…en esta vil
generación de enanos
Ya no alienta tu
espíritu sublime,
Por esa razón, en esta
noche, recordando las palabras del Profesor Nicolás Pinzón, fundador de la
Universidad Externado de Colombia, con toda mi devoción personal por la
libertad de expresión, QUIERO DEDICAR EL PRESENTE TRABAJO ACADÉMICO, a la
Memoria de Mi General ANTONIO NARIÑO, el generoso hombre de empresa, el
arquitecto de nuestra nacionalidad, el centinela de la libertad de expresión.
Agradecido, rindo
homenaje al Ciudadano Antonio Nariño, en el 250 aniversario de su natalicio,
efemérides cumplida el pasado abril 9 de 2015.
Con este trabajo,
igualmente, quiero recordar la grata presencia de Don GUILLERMO CANO ISAZA, el
señor periodista de la pluma que se parte pero no se dobla. Y naturalmente, deseo
exaltar la obra y la memoria del Doctor FERNANDO HINESTROSA FORERO, el maestro
que nos enseñó a empuñar las armas de la razón. El Rector Magnífico del
Externado de Colombia.
No me cabe duda que estos
ciudadanos son maestros de las empresas y de las imprentas patrióticas. Estos
si son colombianos de todos los tiempos y para todos los tiempos. Ejemplos
vigentes de rectitud moral y de firmeza de carácter.
Por tal motivo, en este evento,
me he tomado el respetuoso atrevimiento de invocar e invitar a mi General Antonio
Nariño, a los Abuelos del Liberalismo Radical, a Don Guillermo Cano Isaza, al Doctor Fernando Hinestrosa Forero, y a
todos Ustedes por supuesto, para que concurran a este acto de presentación de
mi trabajo académico.
Como Gentes de
Universidad, tengo la convicción profunda de poder exaltar delante de nosotros
y de las nuevas generaciones, a estos ciudadanos defensores de la libertad de
expresión, con el único propósito pedagógico de que iluminados en sus ejemplos
de vida, nunca olvidemos que existe otra forma honrada y decente de ser
colombianos.
Con la presentación de
este libro, dejó sobre la mesa mi aporte personal, el cual evidencia el
compromiso de la Facultad de Comunicación Social – Periodismo de la Universidad
Externado de Colombia, para mantener siempre vivo el fuego de la libertad de
expresión que en este suelo encendieron don Antonio Nariño y los Abuelos
Radicales.
Muchas Gracias!!!
[1] Cataño Gonzalo. (1999). Historia, sociología y
política. Serie Educación y Cultura. Plaza & Janes Editores Colombia S.A.
Bogotá. Pp. 178 -181.
[2]
Tomado de Santiago Pérez, Selección de Escritos y Discursos, Publicación de la
Biblioteca de Historia Nacional. Volumen LXXXI, 1950. Archivo de la Biblioteca
Nacional. Texto publicado por España Gonzalo. Compilación y Prólogo. (1984).
Los radicales del siglo XIX. Escritos Políticos. El Áncora Editores.
Bogotá. pp. 141 -143.
[3] Cataño Gonzalo. (1999). Historia, sociología y
política. Serie Educación y Cultura. Plaza & Janes Editores Colombia S.A.
p. 182. (La Lira nueva – pp. 277-78).