Mientras el equipo de trabajo, columnistas y
colaboradores del periódico de la Central Unitaria de Trabajadores de Colombia
-CUT-, Subdirectiva Bogotá–Cundinamarca, preparan la edición No. 100 del
periódico de la Central Obrera más grande del país; se reúnen en las
instalaciones del periódico El Tiempo, el Presidente de la República,
Gobernadores y Alcaldes del país, a instancias del Presidente de la Sociedad
Interamericana de Prensa -SIP-, Jaime Mantilla, del diario Hoy, de Quito
(Ecuador), y Roberto Pombo, Vicepresidente de la Comisión de Chapultepec de la
SIP, para suscribir la Declaración de Principios de Chapultepec sobre las Libertades
de Expresión y Prensa.
Esta Declaración, fue adoptada por la “Conferencia
Hemisférica sobre Libertad de Expresión”, celebrada en México, D.F., el 11 de marzo de
1994, en la cual participaron “líderes
políticos, escritores, académicos, abogados constitucionalistas, directores de
periódicos y ciudadanos de toda América”.
La redacción política del periódico anfitrión del
evento, elaboró una síntesis del decálogo de la Declaración de Principios de
Chapultepec, a saber: “1). No hay
personas ni sociedades libres sin libertad de expresión y de prensa. 2). Toda
persona tiene derecho a buscar y recibir información y a expresar opiniones. 3).
Las autoridades deben estar legalmente obligadas a poner a disposición de los
ciudadanos la información del sector público. 4). Todo acto de violencia contra
periodistas o medios de comunicación debe ser investigado con prontitud y
sancionado con severidad. 5). Toda censura u obstáculo al libre flujo
informativo se oponen a la libertad de prensa. 6). Los medios de comunicación y
los periodistas no deben ser objeto de discriminaciones o favores por lo que
escriban. 7). Las políticas arancelarias y las licencias no deben usarse para
castigar a periodistas. 8). La incorporación de periodistas a asociaciones debe
ser voluntaria. 9). La credibilidad de la prensa está ligada al compromiso con
la verdad. 10). Ningún medio de comunicación o periodista debe ser sancionado
por difundir la verdad o formular críticas o denuncias contra el poder
público”.
En realidad, el singular acontecimiento de
completar cien (100) ediciones ininterrumpidas del periódico de la Subdirectiva
Bogotá–Cundinamarca de la Central Unitaria de Trabajadores, CUT, constituye un
importante hito en la construcción de la memoria de la Ciudad, allí donde la
fuerza sindical del Distrito Capital, sostiene erguidas las banderas del
Movimiento Sindical, esa otra indiscutible “Tribu
Urbana”, permanente y sistemáticamente, invisibilizada o estigmatizada, por
no pocos amanuenses de la historiografía oficial.
Así, en el día de hoy, y a propósito de las cien
(100) ediciones del periódico de la CUT, debemos reconocer el esfuerzo -a veces
Quijotesco- de los equipos sindicales de medios, los cuales mantienen abiertas otras ventanas para el
ejercicio de la libertad de expresión, y la divulgación de la opinión
disidente, principios democráticos que se invocan desde la Declaración de
Chapultepec.
Esta prensa sindical del Distrito Capital, además
de visibilizar las aspiraciones, las luchas y las reivindicaciones de los
habitantes de la otra orilla de la estructura social, permite hacer el merecido
y justo reconocimiento de nuestra dirigencia social, comprometida con el
trabajo decente, y la construcción del proyecto democrático y productivo de la
nación colombiana.
Medios de prensa como el “centenario” periódico de
la CUT, Bogotá–Cundinamarca, constituyen una importante fuente para la documentación
y escritura de otras dimensiones de la historia no convencional de la ciudad
Capital.
A propósito, y para sólo citar un ejemplo, “hagamos memoria”, refiriéndose a los
acontecimientos del 20 de julio de 1810, en la ciudad de Bogotá, el Maestro Indalecio
Liévano Aguirre, en esa monumental obra: “Los grandes conflictos sociales y económicos de nuestra historia”,
nos recuerda la manera como, en los propios orígenes de la república, los medios
y sus escribas oficiales, castigan con el látigo del desprecio y la
indiferencia, a los voceros auténticos de los intereses de las mayorías:
“El desequilibrio que estaba deteriorando, minuto a minuto, la posición
de Acevedo en el Cabildo, fue contra pesado, inesperadamente, por la
participación de nuevas fuerzas en el conflicto, gracias a la actividad
política de un hombre extraordinario, del verdadero prócer del 20 de julio, de
José María Carbonell, a quien nuestra historia oficial ha tratado de arrinconar
en los modestos desvanes que se reservan para los personajes de secundaria
importancia. Nada tiene ello de sorprendente, porque esa historia sólo ha
otorgado el apelativo de “prócer” a los servidores sumisos de la oligarquía, y
para los defensores del pueblo y los voceros de sus intereses, ha reservado
invariablemente los calificativos de “demagogos”, “agitadores” y “tiranos”.
En un país, en el cual siguen pendientes las reparaciones individuales y colectivas
al movimiento sindical, y existe una inmensa necesidad de que “hagamos
memoria”, como acertadamente andan diciendo en el Canal Público de la
Ciudad, sería deseable que, la Dirección del Archivo de Bogotá,
tuviera entre sus fuentes de memoria de la ciudad, y al servicio de la academia
y la ciudadanía, los cien (100) ejemplares del periódico de la CUT, porque éstos
leen y hablan la ciudad, desde la cotidianidad y la perspectiva de la Tribu
Sindical Urbana.
Para efectos de materializar iniciativas de esta
naturaleza: “Fuentes para la Memoria y la Historia de la Ciudad”, en la actualidad, el Distrito Capital,
cuenta con herramientas como el Decreto Distrital 212 de 2009, el cual adopta
el “Modelo
de Estudios, Investigaciones Académicas y Apropiación Pedagógica - Social del
Archivo de Bogotá” que, entre otros, se encamina a la “definición, acopio, conservación y puesta
al servicio público de las fuentes bibliográficas y documentales para la
historia de la ciudad, en sus diversos períodos”.
Estas fuentes
periodísticas alternativas, singular esfuerzo de medios del movimiento
sindical, representan a la vez, una página de la lucha por la libertad de
expresión en Colombia, y una bitácora para la historia de las bregas sociales
de los ciudadanos que se agolpan en las centrales obreras.
ARTÍCULO PUBLICADO EN LA EDICIÓN No. 100 del Informativo de la Central Unitaria de Trabajadores de Colombia -CUT- Subdirectiva Bogotá - Cundinamarca.